OBESIDAD MÓRBIDA
La obesidad mórbida es una enfermedad crónica caracterizada por el exceso de depósito de grasa en el cuerpo de forma permanente y progresiva y a la que se añaden otras patologías (llamadas co-morbilidades) graves como pueden ser:
Hipertensión.
Diabetes Mellitus.
Colesterol alto (hipercolesterolemia).
Enfermedades cardiacas y coronarias.
Apnea Obstructiva del sueño.
Grasa en el hígado (esteatosis hepática).
Las personas con obesidad severa tienen entre 1,5 y 2 veces más posibilidades de padecer una o más de estas enfermedades asociadas. Sin embargo, en el caso de la diabetes el riesgo es aún mayor. La diabetes es entre 10 y 40 veces más frecuente en personas con obesidad.
También la obesidad se asocia con mayores posibilidades de padecer casi cualquier tipo de cáncer, pero con especial relevancia cánceres de mama, ovario, endometrio, colon, hígado, páncreas, esófago, estómago y riñón. La mortalidad por cáncer puede aumentar en más de un 50 % en las personas con obesidad mórbida.
Además de las consecuencias puramente físicas existen también las psicológicas. Las aptitudes negativas llevan a tildarlos de torpes, abandonados y con falta de voluntad. Este prejuicio es tan intenso que cruza las barreras de edad, religión, raza y estado socio-económico. El paciente obeso puede sufrir discriminación y estrés social que le pueden llevar a desencadenar alteraciones psicológicas importantes y ansiedad.
La obesidad mórbida es una enfermedad con un componente genético (entre el 25-50% de los pacientes) al tener unas proteínas producidas en las células grasas que controlan la saciedad. No es una enfermedad de falta de voluntad. La obesidad es multifactorial e influyen factores genéticos, el ambiente familiar y social, cultural, estado socioeconómico y psicológico.
